Nada impedirá que te ame, que seas mía, si corre por mis venas la pasión. Somos herederos de sangre, en muerte y en vida, somos herederos de un amor. Y es tu belleza la dueña de mi voz, la misma estrella que me acorraló, fue mi destino escrito con pasión, y con suspiros, salvarte me impidió.
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