Tropezamos de repente,
como en un nuevo 11S.
Sonreíste a quema ropa,
contra el filo de mi boca.
Y susurraste que el pasado,
solo es como un día malo.
Y la lluvia abrió las puertas,
de mi vida en tu Ford Fiesta.
Tú me enseñas que,
se puede querer,
lo que no ves.
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